Para mi, desde el 1 de abril de 2007, el Domingo de Ramos es algo mas, porque nació Lucía. Un bonito y especial día. Para mí, y en contra de la liturgia, no es un día triste, para nada!!! es bien alegre. Todo salió muy bien, muy rápido, muy natural y desde entonces, como imaginareis, tiene una dimensión mucho mas personal que religiosa.
Recuerdo los Domingos de Ramos en Málaga, siendo muy pequeña, iba con mi madre a la parroquia del barrio en donde vivía y recuerdo que tenía un patio exterior muy pequeño e iluminado. Hago memoria y aparecen las flores y una fuente (aunque eso pueda pertenecer al ámbito de mi imaginación) y la gente que se reunía allí con las palmas y las ramas de olivo. Los cánticos y una pequeña procesión -por no sé muy bien dónde-.

Eso ha cambiado. Los dos últimos Domingos de Ramos que he celebrado -en Fuengirola y en Guardamar del Segura- han sido procesiones cuasi multitudinarias, con mucha gente y mi hija de la mano. Pero siempre, algo muy bonito, algo que me pone la carne de gallina, algo que que me trasciende y que no sé explicar.
Nuestra intención es empezar este domingo, día 1, día del 5º cumple de Lucía, marchando con nuestra palma (su tío Mario y su tía Pilar no han fallado un año desde que naciera y siempre le han regalado una muy especial) a la Iglesia, para que nos la bendigan, y después poder seguir celebrando el domingo como el día de Gran Fiesta que es.
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