Todo lo que tengo es mi presente

Todo lo que tengo es mi presente
Burbujitas

viernes, 23 de noviembre de 2012

Me hice un DÉJÀ VU

Bajaba lentamente la cuesta de acceso al edificio de infantil del cole, en dirección a mi coche. Las 9.30h. de la mañana, y el viento era ya frío, viento de nieve. El suelo muy resbaladizo, (por eso bajaba lento), y tenía una prisa de mil demonios, siempre llego tardísimo al trabajo.

Pero esas pisadas, sobre el pavimento mojado, cubierto por cientos de hojas de una variedad cromática infinita que va del verde oscuro al amarillo melón, me transportaron, sin poder rebelarme, a otra época.

A esto se le unió el olor a tierra mojada, olor de otoño, también el color del día, ese nublado claro que se resiste a abrir una ventana porque sabe que el sol está  ahí, agazapado, intentando por todos los medios asomarse a la mañana.

La música de la megafonía apurando a los retrasados la entrada a clase, acabó por rematar la faena. "Michelle" de Los Beatles sonaba sin compasión y ese airecillo de nieve llevaba la melodía por todos los rincones del parque.
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No sé porqué la combinación letal de olor, sonido, colores y ritmo de mi mañana, me transportaron sin remisión a un pasado muy lejano, me sentí niña de nuevo, con uniforme gris que iba al cole de la mano de su  madre.

Quizá en alguna mañana de mi niñez se dieron esta conjugación de elementos y se quedaron impregnados en mi mente, y de repente, el otro día, asaltaron mi consciente dejándome una agridulce sensación de añoranza.

Inevitablemente, mi ánimo se vio alterado para bien, ya no me importaba lo tarde que iba a llegar, me apetecía recrearme en la sensación y, por un momento, no quise que terminara.
Pero se fue.
Volando, acompañando las notas de la  canción de Los Beatles.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La Tormenta Perfecta

Siempre me gustó colorear la realidad, embellecer la fealdad de la vida, pero los doctores, con escaso tacto, dicen que mi comportamiento ya no entra dentro de los cánones de la "normalidad".


Aquella mañana había estado con mi agente de seguros, el cual se llevó las manos a la cabeza al descubrir que no tenía una póliza de Hogar. Se esforzó por explicar, con lujo de detalles, el riesgo que eso podría conllevarme, pero el azul intenso del cielo no presagiaba nada malo, y me dejé llevar por el espléndido día.

A los pocos minutos, el azul se tornó gris y el gris, en un negro abrumador. Apreté el paso ante las primeras gotas y cuando enfilaba la calle que coronaba mi casa, ya diluviaba. De repente, un ramillete de sangrantes rayos penetró sin permiso mi tejado, que emitió un quejido roto, al tiempo que se encendía en doradas llamas.

Me encontraron abrazado, como percebe en su roca, a los restos de mi puerta, y una descarada sonrisa tatuada en el rostro: había presenciado un maravilloso espectáculo de luz y color.

Mis médicos dicen que me recuperaré, pero yo soy feliz en el sanatorio, es mi hogar ahora.


Microrrelato  presentado en el concurso de la RedCumes que finalmente no he ganado!. El tema, los SEGUROS. Menos de 200 palabras e inclusión obligatoria de:
"Percebe", "tacto"  y "riesgo".