Aquella mañana había estado con mi agente de seguros, el cual se llevó las manos a la cabeza al descubrir que no tenía una póliza de Hogar. Se esforzó por explicar, con lujo de detalles, el riesgo que eso podría conllevarme, pero el azul intenso del cielo no presagiaba nada malo, y me dejé llevar por el espléndido día.
A los pocos minutos, el azul se tornó gris y el gris, en un negro abrumador. Apreté el paso ante las primeras gotas y cuando enfilaba la calle que coronaba mi casa, ya diluviaba. De repente, un ramillete de sangrantes rayos penetró sin permiso mi tejado, que emitió un quejido roto, al tiempo que se encendía en doradas llamas.Me encontraron abrazado, como percebe en su roca, a los restos de mi puerta, y una descarada sonrisa tatuada en el rostro: había presenciado un maravilloso espectáculo de luz y color.
Mis médicos dicen que me recuperaré, pero yo soy feliz en el sanatorio, es mi hogar ahora.
Microrrelato presentado en el concurso de la RedCumes que finalmente no he ganado!. El tema, los SEGUROS. Menos de 200 palabras e inclusión obligatoria de:
"Percebe", "tacto" y "riesgo".
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