El misterio de la papelera.

Si alguna vez oleis algo sospechoso en la habitación de vuestro niño...no hay duda, algo ha pasado, no es casual ni a la oficina de enfrente se le han quemado las tostadas.

Después de un par de días, oliendo sospechosamente a pis en la habitación de Lucía, yo tenía un considerable mosqueo, no me gustan los misterios, es mas, creo que los odio y el no poder resolver una cosa se me convierte en obsesivo.

El olor a pis se incrementaba abstractamente en el lado izquierdo de la habitación: suelo? armario? muñecos? justamente era el lado donde no está la cama.

La peke a menudo se hace pis por la noche, aunque me resisto a ponerle pañal y nos levantamos puntualmente desde hace semanas a las 3.00 de la madrugada a que haga pis en el orinal. Alguna vez el colchón ha sido "tocado" por tan grácil fluido y claro, era posible que oliera... pues ahí estaba mi nariz, rastreando sin suerte cada centímetro de su superficie. Nada.

En el lado izquierdo el olor era más intenso y cada hora que pasaba olía más, pero no encontraba rastro de charcos, etc... El orinal estaba situado ahí, pero lo suelo lavar a menudo por esta misma razón, los olores, y no era esa la causa del intenso aroma.

El caso es que la papelera naranja preciosa que solo contiene papeles y toallitas húmedas, olía fuertemente a un olor indescriptible, pero pensé que era resultado de juntar varias fragancias en un sitio cerrado.

Aun así, y después de tres días de mosqueo, fregué el suelo, limpié las estanterías y cómo no desaparecía tan pegajoso incordio, me dio por vaciar la papelera y fregarla.

Cuál no sería mi sorpresa al ver en el fondo de la misma, un charco de papeles mojados en un líquido altamente sospechoso...¡blanco y en botella!, la niña se había dedicado a vaciar el orinal en la papelera...a ver, lógica de 3 años: la basura a la papelera!

Al preguntar a la sospechosa qué estaba haciendo hacía 3 días y cuál era su coartada, la pobre se derrumbó confesando que había vaciado el orinal .... porque sí, porque sí, y porque sí, así que entonces yo me encargué de INTENTAR que comprendiera que no lo volviera a hacer bajo pena de arresto domiciliario de dibujos y lacasitos, ¿OK?.

Por fin, hemos vuelto a la paz del olor a Nenuco, cuentos rotos y muñecos nuevos.