Seguro que la chica del mostrador pensó que era una embarazada más que creía solucionar su futuro estudiando para unas oposiciones: pues no se equivocaba. Lo público, queramos o no, es mas conciliador con la vida familiar que lo privado y no te quiero decir, sobre todo, en algunos sectores, como era el mio.
Allí estaba yo, sin tener ni pajolera idea de cómo iba a cambiar mi vida durante los dos años y medio siguientes y sin saber cómo iba eso de las oposiciones, un mundo que nunca me había interesado ni al que nunca había tenido acceso.
El caso es, que en casa y con la ayuda de mi marido, ya habíamos seleccionado alguna oposición que por temario podía encajar mejor en mi perfil. La verdad es que nada encajaba con mi perfil: qué hacía una publicitaria como yo estudiando la Constitución, el acto administrativo, la Ley de contratos y su p.... madre.
Bueno, me compré un primer temario, luego vendrían otros dos mas, por circunstancias de la vida, he tenido que ir adaptándome al momento políticoeconómicosocial y coyuntural, -lease la crisis- pues mis primeras elecciones fueron fallidas al no tener la Comunidad dinero, presupuesto, para convocar.
Todavía recuerdo aún hoy la ligereza (con una tripa de 8 meses, tiene delito) que sentía al haber decidido cambiar el rumbo de mi vida, el ánimo, la esperanza, la ilusión. Sería la niña la que me lo transmitía?
Bueno, a lo mejor es hora de volverme a preñar. Espera, que me acabo de acordar de cómo era estudiar con un bebé recién nacido...era NO ESTUDIAR. y con un bebé de 6 meses???...un desquicio total, que si dormía, yo estudiaba, que si yo me dormía, ya no estudiaba....
En fin, ni preñez, ni gaitas, hay que estudiar. Quedan 43 días.
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