La BURBUJA

Mi primer correo electrónico, calculo yo que lo creé hacia 1999, se llamó "Laburbuja10", ya para entonces me sentía burbuja, con un mundo propio, personal, íntimo, que compartía con quien solo yo quería y en donde no había reglas, solo las de la burbuja, reglas propias.

Mi primer blog, como no podía ser de otro modo, se llamaba "laburbuja10" y la protagonista era Edén, una sirena, dividida entre dos mundos (el marino, y el terrestre) a causa del amor hacia un mortal, un amor imposible, historia que me permitía escribir mis propias vivencias y filosofar sobre el amor, y sus múltiples variedades, formas y presentaciones.

Ahora, 11 años más tarde de aquel primer correo, leo "Fragmentos de Burbuja", en donde un escritor malagueño, aficionado a la ciencia ficción, crea sus protagonistas en base a "burbujas", seres solitarios, que no necesitan a nadie, autosuficientes, y con una historia propia cargada a sus espaldas.

En realidad, todo esto confirma lo que yo ya sentía hace mucho: que todos, absolutamente todos, escondidos tras una masa, entre números, porcentajes y estadísticas, somos ÚNICOS, con una historia detrás, imprevisibles, y potencialmente creadores de historias y relatos maravillosos, impresionantes, tristes y alegres, con amores y desamores, y todos totalmente diferentes.

El músico callejero.
Salía yo el viernes con el ánimo un poco bajo y allí estaba, como todos los días, frente a la entrada de la estación.

NO falla un día. Nieve, truene, llueva, haga aire, o un sol de narices.
Es un músico especial. Tan especial que me da hasta vergüenza acercarme. Pero su música clásica atrae desde la salida del trabajo hasta el tren. Lo primero que llama la atención es como suena, cuando te acercas, compruebas que lleva un equipo de música, en la que la orquesta suena y él hace los solos de su instrumento, que parece algo así como un clarinete, no soy nada experta.

Para explicarme: es una expecie de karaoke clásico que, en conjunto, suena fenomenal.
En una cartera abierta expone sin pudor cintas de "casette" con su foto en la portada, que parece decirnos que en tiempos pasado él pudo ser alguien en el mundo de la música...o quizá no, y solo es un montaje.

En la cartera, lleva otras cosas pero no tienen importancia, y es allí en donde la gente deposita algunas monedas.

Va siempre vestido de traje, aunque por el frío, lo cubre con un plumas que no pega nada. El hombre está moreno tras tantas horas a la intemperie y tiene un pelo denso y blanco que le caracteriza y contrasta con el dorado de la piel.

Pensaba yo el viernes, sobre la historia de esa persona. Qué le ha llevado a ese momento, a ese estatus de "músico callejero". Sería feliz? estaría allí por necesidad? habría descubierto las mieles del éxito? sería un amor olvidado lo que le mueve a esperar siempre en la puerta de la estación tocando el clarinete?

Qué historia habrá detrás de ese músico callejero.
Seguro que es única, maravillosa y dura.