Una de Casa Rural

Este fin de semana tocaba la Casa Rural. Y ha sido totalmente recomendable. Si, por casualidad, no ha sido el que más me ha gustado de tantas casas que hemos visiado, es una de las que más.

Cerca, en Sotosalbos, Segovia, a un horita y pico de camino. Un casa chiquitita, recogida, fácil, de 5 habitaciones, salón, comedor y porche. Una anfitriona italiana, encantadora, cocinera, ummmmmmmmmmmhhhhhhhh, comodidad, amabilidad, mucho de campito y monte, animales, olores y colores y todo, a buen precio.

http://www.casaruraledelweiss.com/

También hace la buena compañía de los amigos, el buen ánimo, el adaptarse a los otros, el ver el lado positivo, el no desesperarse con los 5 renacuajos que nos acompañaban...

Hemos hecho excursiones, hemos recorrido camino, nos hemos caido, hemos llorado, hemos alternado con toros, vacas, caballos, burros, perros que parecían caballos, gatos, alguna araña, moscas, abejas, lagartijas... desde luego, todo un abanico social con los que casi nunca tenemos la oportunidad de confraternizar.

Las comidas merecerían un capítulo aparte. La verdura hecha arte o el arte de manejar la verdura... la pasta, la carne, todo!!! vamos, que nos hemos puesto como el kiko.

Los pekes lo han pasado genial y en definitiva, eso hace que nos alegremos los mayores. Entre ellos, salvo alguna macarrada infantil, se han llevado muy bien y han salvado el abismo insalvable de la diferencia de edades.

En definitiva, que te vas, con ganas de volver.

Te vas, como si te arrastrara una cadena de bolas pesadas, y piensas cuándo podré volver a disfrutar de esta calidad de vida.

Lucía, el lunes, me decía que me fuera yo al cole, que ella se iba a la "Casa Rural".