Todo lo que tengo es mi presente

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Burbujitas

martes, 2 de febrero de 2010

Paranoias, leyendas urbanas y la cruda realidad.

Qué día más malo el del domingo. Los nervios, la ansiedad, la preocupación, el no saber...que si no se pasa no pasa nada, que si no se pasa qué fracaso!!! ....una mezcla de sentimientos y sensaciones tan encontradas que es difícil de superar incluso para un parque de atracciones.

Y aparecen, para condimentarlo todo, leyendas urbanas y problemas inexistentes.

Un mes antes, en los foros, ya se decía que no se iba a poder ir en coche hasta allí, que con toda la gente que éramos, los atascos iban a ser monumentales, que incluso era posible que cerraran las puertas de acceso a La Pipa, en la Casa de Campo. La paranoia de no saber si vas a llegar, cómo llegar, si coche de tu marido, si tren, si taxi, ...en fin que ya te has creado el primer problema del día. Y la realidad es que...un domingo, poco tráfico, tu marido te acerca, él no aparca y se va tranquilamente y tú, presa de los nervios, esperas una hora (has intentado ser previsora) sola, de pie, frente a tu puerta de acceso y con otros cuatro mil, a que te llamen.

Por Dios, que no se me revuelva la tripa! pensando seriamente en esa posiblidiad y en la de no tener los esfínteres incontrolados, se prevee la jugada cenando ligerito, sin guarrear, y haciendo respiraciones cada cinco segundos (que para algo me sirvieron las clases de preparto):

La pesadilla hecha realidad. Un señor con pinta de que sabía algo, 20 minutos antes del llamamiento, nos informa, con una media sonrisa que los 4 BAÑOS QUE TENÍAN ESTÁN INUTILIZADOS, que se habían estropeado en el llamamiento de las 9.00h.

???????? horror...Y si me entra un apretón, qué hago?????

Y qué habían hecho los del anterior llamamiento??? los habían colapsado aposta? tirando el papel del water, a mogollón, por el inodoro??? teniendo en cuenta que ahí todos competimos contra todos no me extrañaría, pero...no es ese suficiente motivo para impuganar la convocatoria?

Bueno..., si la paso, no la impugno.

En fin, mi tripa dio un poco de guerra pero mantuvimos el tipo hasta el final para poder terminar con la prueba decentemente.

Luego la nave. Esa nave tan fría. Tanta gente, unos cuatro mil por llamamiento he calculado por encima. Todos en fila, todos sentados en pupitres, atentos a la voz de su amo, o lo que es igual, a la chica del tribunal que iba contándonos, vía micrófono, lo que teníamos que ir haciendo: ahora escribid, ahora no abrais los formularios, ahora si quereis mear y es una urgencia, levantad la mano.

Si es una urgencia, levantamos otra cosa, señora.

En fin, que parecíamos unos reclusos sometidos sin uniforme, que hacíamos todo lo que se nos mandaba, temerosos ante la amenza de que si no..."te expulsamos de la sala".
Seguro que el que petó los baños era uno que se movió demasiado y le expulsaron de la "sala".

FIN

Gracias a Dios.....

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